La Comunidad Educativa del Técnico Salesiano Don Bosco, edifica el Ideario Institucional en los cimientos de una Comunidad Educativo-Pastoral Salesiana, partiendo de la identificación de esta y la estructuración de políticas, principios y valores con el compromiso de potenciar el proceso educativo centrado en el ser humano.
¿QUIÉNES SOMOS?
SOMOS UNA COMUNIDAD EDUCATIVO-PASTORAL
La realización del proyecto educativo salesiano exige la convergencia de intenciones y de convicciones por parte de todos sus miembros. Por eso, la necesidad de una auténtica Comunidad Educativo-Pastoral que sea a la vez sujeto y ambiente de educación.
En la Comunidad Educativa todos nos sentimos corresponsables de la calidad educativa del Centro y de la realización personal y social de cada uno de sus miembros.
Nos definimos como:
Comunidad: porque implica en un clima de familia a estudiantes, padres, educadores y personal.
Educativa: porque ayuda a desarrollar las posibilidades de los jóvenes en todos los aspectos: culturales, profesionales y sociales.
Pastoral: porque acompaña a los jóvenes en su maduración cristiana.
Los sujetos agentes de la CEP somos:
La Entidad Titular (Salesianos)
Los estudiantes, como centro de la acción educativa
Los padres de familia, como primeros responsables de la educación
El personal docente, como estamento fundamental de la educación
El personal de administración y servicios y los colaboradores seglares, que facilitan la acción educativa
Entendemos nuestra Comunidad Educativa como un «ser dinámico», en construcción y abierta a la Comunidad Mundial y a la Iglesia Universal.
LOS SALESIANOS, INSTITUCIÓN TITULAR
La Congregación Salesiana como la Institución Titular y núcleo animador de la Comunidad Educativo-Pastoral asume la tarea específica de:
- Ser centro de comunión y participación.
- Acoger, suscitar e invitar a los miembros de la Comunidad Educativa.
- Tomar parte en la misión salesiana con el espíritu de Don Bosco.
- Atender a la formación espiritual, salesiana y vocacional de los diferentes grupos de la Comunidad Educativa.
- Dar testimonio de seguimiento a Jesús en su entrega a la tarea educativo-evangelizadora.
El servicio específico de la Institución Titular a través de sus representantes y el apoyo que da a los profesores, padres de estudiantes y personal de administración y servicios nos permite considerar al Técnico Don Bosco como algo propio, obra y responsabilidad de todos.
LOS ESTUDIANTES, PROTAGONISTAS DE SU PROCESO EDUCATIVO
En el origen de la historia salesiana está el «amor de predilección» de San Juan Bosco por la juventud pobre y la atención a las clases populares.
En su experiencia los jóvenes, además de destinatarios, son agentes y protagonistas de su propia educación. Por tanto, el Técnico Salesiano Don Bosco tiene un objetivo muy claro y preciso: ofrecer al estudiante oportunidades de crecer y madurar en todos los aspectos de su personalidad.
Este principio determina tanto las actitudes y la acción de los educadores como el papel que corresponde al estudiante en la dinámica participativa del Técnico Salesiano.
En cada una de las etapas, el estudiante interviene activamente de acuerdo con las exigencias propias de la edad y asume responsabilidades y niveles de participación proporcionados a su capacidad y madurez.
En el ejercicio de sus derechos y deberes, los estudiantes se someten a la legislación oficial vigente, en la medida de sus posibilidades y niveles de desarrollo.
Nuestra Institución Educativa considera al estudiante, como persona libre y principal responsable y protagonista de su propia realización.
Sin embargo, persuadidos de que no puede hacerlo solo, tratamos de ofrecerle un acompañamiento asertivo, respetuoso y estimulante, dinámico y sugerente que le ayude a desarrollar todas sus posibilidades.
EL PERSONAL DOCENTE, ESTAMENTO FUNDAMENTAL DEL PROCESO EDUCATIVO
El trabajo de los profesores tiene lugar en el marco de la Comunidad Educativa.
Con su palabra, testimonio, aliento, ayuda, consejo, corrección amistosa, favorecen el proceso educativo.
Entre los rasgos más significativos del personal docente de nuestra Institución Educativa destacamos:
La profesionalidad en los saberes y destrezas de su profesión.
La coherencia personal, de modo que sean para los jóvenes punto de referencia educativa.
La actitud educativa y la sensibilidad por la condición juvenil, manifestada en su atención a los que tienen mayores dificultades.
Una fuerte simpatía hacia San Juan Bosco y su método educativo.
La capacidad de educar desde lo positivo porque cree en las posibilidades de los estudiantes.
La apertura a la trascendencia y el respeto hacia el pluralismo religioso y cultural.
EL PERSONAL DE ADMINISTRACIÓN Y SERVICIOS.
La estructura y el funcionamiento de nuestra Institución Educativa incluyen unos aspectos que, aunque no están todos ellos directamente relacionados con la acción docente, hacen posible y favorecen la tarea educativa.
Las personas que asumen estas responsabilidades realizan funciones diversas y totalmente necesarias de forma que este personal de administración y servicios constituye una parte importante de la Comunidad Educativa y presta una valiosa colaboración a la Institución Titular, la Dirección, los profesores, los estudiantes y sus familias.
Su presencia en la Institución favorece la calidad educativa mediante el testimonio del trabajo constante y bien realizado, el espíritu de servicio, el sentido de acogida y relación cordial, la fidelidad, la discreción, la sensibilidad estética, etc.
LOS PADRES, LOS PRIMEROS RESPONSABLES DE LA EDUCACIÓN
Nuestra institución reconoce a las familias, especialmente a los padres, como principales responsables de la educación de sus hijos.
Considera la tarea escolar como complemento del ambiente familiar que juega un papel esencial en concretar los valores y actitudes que los hijos interiorizan en los primeros años de su crecimiento.
Esto exige una relación entre familia y la Institución Educativa a través del intercambio y la cooperación entre padres y educadores, con el objetivo de conseguir una acción educativa coherente.
La Institución Educativa necesita de manera especial el apoyo y colaboración de aquellos padres cristianos que han confiado sus hijos a nuestra institución por razón de su identidad.
Deben velar para que se mantenga y actualice el tipo de educación que han elegido para sus hijos.
Los padres que hayan traído a sus hijos por otros motivos, respetan igualmente el tipo de educación que la Institución Educativa imparte.
¿QUÉ PRETENDEMOS?
LA EDUCACIÓN INTEGRAL DE LA PERSONA
Consideramos la Institución Educativa como un lugar privilegiado de promoción integral de la persona, donde se favorece el crecimiento y la maduración de cada estudiante en todas sus dimensiones a una visión humana y cristiana de la vida.
En esta labor educativa tenemos presente la edad, el proceso de personalización y socialización, las experiencias y el entorno familiar y social de los y las estudiantes que condicionan su proceso de educación integral.
Por ello, ayudamos a los y las estudiantes a:
Descubrir y potenciar sus capacidades físicas, afectivas e intelectuales, aceptando las propias cualidades y limitaciones.
Desarrollar la dimensión social para encontrar el sentido de su vida, en el servicio y compromiso personal y social con la comunidad humana en que vive.
Desarrollar su sentido ético y trascendente, desde la perspectiva del mensaje de Jesús sobre la humanidad, la vida, la historia y el mundo.
Descubrir su propio proyecto de vida como elemento de autorrealización en la sociedad y en la Iglesia.
EL DESARROLLO FÍSICO, AFECTIVO E INTELECTUAL
La educación integral supone el desarrollo armónico de la dimensión psicomotriz, afectiva e intelectual lo que supone el desarrollo armónico de las capacidades psico – motrices, que posibilitan la realización y organización del propio esquema corporal, y las capacidades intelectuales, necesarias para el desarrollo de los diferentes procesos mentales generales y específicos.
El desarrollo de estas capacidades favorece en los estudiantes la confianza en sí mismos y la maduración de las demás dimensiones de su personalidad.
EL DESARROLLO DE LA DIMENSIÓN SOCIAL
Reconocemos la importancia que tiene en el proceso educativo de los estudiantes la preparación para insertarse en la vida social como reflejo de la madurez en una dimensión importante de su vocación humana.
El cultivo y desarrollo de las capacidades que señalamos, realizadas con un espíritu evangélico, que supera la política de partidos, es expresión y signo de la presencia del Reino de Dios en nuestra sociedad.
EL DESARROLLO DEL SENTIDO ÉTICO-TRASCENDENTE
Nuestra Institución Educativa favorece la dimensión ética y trascendente de la persona como un aspecto fundamental en el crecimiento integral del estudiante.
Por eso favorece en los estudiantes:
El desarrollo de algunos valores de mayor significatividad mediante la experiencia personal y comunitaria, el cultivo de actitudes que fomenten dichos valores y la realización de un proceso de apertura a la trascendencia.
Así ayudamos a los estudiantes a interpretar el misterio de la vida humana y a cooperar en la construcción de un mundo mejor mediante el conocimiento y la vivencia del Mensaje de Jesucristo.
EL DESCUBRIMIENTO DEL PROPIO PROYECTO DE VIDA
A lo largo del proceso educativo, y teniendo en cuenta la edad y el nivel de maduración personal, en la Pedagogía Salesiana ayudamos a los estudiantes a descubrir y llevar a cabo un proyecto de vida realista que favorezca su realización personal y social plena.
Cada estudiante puede ir encontrando elementos que le ayuden a definir este proyecto en:
- El ámbito afectivo-sexual (estado de vida)
- El ambiente profesional (trabajo)
- La opción de compromiso socio-político
- El significado último y total de la existencia
- Visión del mundo y de la humanidad (fe religiosa)
Por ello, nuestra Institución Educativa valora y programa una acción orientadora explícita para ayudar a los jóvenes a construir su identidad personal y social y para apoyar a las familias y a los profesores en su labor educativa.
Las características de esta acción orientadora exigen que sea realizada de común acuerdo por cuantos compartimos la responsabilidad educativa, en sintonía con los padres de nuestros estudiantes y en estrecho contacto con la Iglesia local.
¿CÓMO EDUCAMOS?
ADOPTAMOS EL SISTEMA EDUCATIVO DE DON BOSCO RECREADO CON LOS AVANCES PEDAGÓGICOS DE NUESTRO TIEMPO
La aportación original de la Pedagogía Salesiana a la causa de la Educación se llama Sistema Preventivo. En continuidad con las intuiciones educativas de San Juan Bosco afirmamos que “este sistema se basa plenamente en la razón, en la religión y el amor”.
La razón entendida como:
Descubrimiento del valor auténtico de las realidades terrenas en el incesante y fatigoso proceso de socialización y personalización.
Fuente de esperanza en la persona humana y en los aspectos positivos de la cultura actual.
La religión vivida como:
Actitud respetuosa a las diferentes situaciones de relación entre la persona y Dios.
Fe acogida y correspondida.
Posibilidad de encuentro entre la persona humana con sus limitaciones.
Diálogo entre la fe y la cultura del entorno.
Acogida de la chispa de verdad y bien que late en el corazón de cada persona.
Propuesta de un camino personal de santidad.
El amor experimentado como:
Acogida incondicional de las personas.
Relación constructiva y rica en propuestas educativas.
Participación en las alegrías y tristezas del otro.
Capacidad de traducir en signos concretos el amor educativo.
Poner en práctica este sistema educativo supone, por tanto
Ayudar a crecer mediante propuestas que encaminen todas las posibilidades de la persona a experiencias positivas de bien.
Crear un ambiente educativo positivo que estimule, sostenga y desarrolle el gusto por lo que está bien y la relación educativa personal que reconoce el carácter único y la historia personal de cada estudiante.
Estar presentes en la vida de los jóvenes con una «presencia-asistencia» animadora.
Hacer una oferta respetuosa de experiencias de fe y propuestas de compromiso humano-cristiano. La experiencia educativa del Sistema Preventivo, en la Institución Educativa Salesiana, es la clave para conseguir hacer de nuestros estudiantes «honestos ciudadanos y buenos cristianos»
ADOPTAMOS UNA METODOLOGÍA DIDÁCTICA ABIERTA Y FLEXIBLE
La educación que ofrecemos a nuestros estudiantes implica una metodología didáctica consecuente con los objetivos que perseguimos:
Abierta y flexible, capaz de dar respuestas adecuadas a la diversidad de nuestros estudiantes.
Promover aprendizajes significativos e integrar en cada momento los avances que sugiere el estudio e investigación de la pedagogía.
Todo ello supone la formación continua del personal docente y la búsqueda de líneas de acción que permitan la actualización de las instalaciones y medios didácticos de la Institución en favor de una mayor calidad de su enseñanza y un mejor servicio a la educación.
PROMOVEMOS EL DESCUBRIMIENTO DE VALORES Y LA ADQUISICIÓN DE ACTITUDES
En la Institución Educativa consideramos con la importancia necesaria la oferta de una verdadera educación en valores y le asignamos el objetivo de ahondar en el sentido de nuestra identidad, individual y colectiva.
También nos proponemos dar relieve a la formación de actitudes, es decir, estructuras relativamente estables en la personalidad de los jóvenes, que les permitan actuar como seres libres y les orienten hacia la comprensión de la realidad y la comunión con las personas.
En esta labor partimos del hecho que la educación en valores debe ser, fundamentalmente, un «contagio» de actitudes vividas, es decir, que no basta creer en unos determinados valores y proclamarlos con fuerza, sino que la Institución Educativa debe reflejar coherencia entre lo que dice y lo que hace.
Pretendemos, pues, que los estudiantes no sólo desarrollen capacidades del saber y el hacer, sino también habilidades del ser y debido a que los comportamientos, valores y actitudes nunca pueden ser impuestos, propendemos guiarlos mediante la vivencia en todo ámbito formativo para que puedan irlos descubriendo y asumiendo.
De esta manera, entre todos procuramos crear un clima que en sí mismo sea educativo porque expresa convicciones y motiva el compromiso.
ESTIMULAMOS LA ACTIVIDAD DE LOS ESTUDIANTES Y PROMOVEMOS LA PRÁCTICA DE SUS DESTREZAS Y HABILIDADES
El estudiante es un sujeto activo y el principal protagonista de su proceso de aprendizaje y maduración, y desde las primeras edades tiene capacidades propias que él mismo debe ejercitar y que nadie puede sustituir.
El auténtico aprendizaje comporta una actividad interna por parte de quien aprende. Este mismo proceso y los conocimientos adquiridos dan solidez a las estructuras mentales del estudiante y favorecen la maduración de su inteligencia.
De igual modo, la práctica de destrezas, habilidades y técnicas de trabajo introduce al estudiante en el ámbito del saber hacer, del aprender a aprender y del aprender a emprender.
FAVORECEMOS EL DIÁLOGO FE – CULTURA – VIDA
La Pedagogía Salesiana procura establecer un diálogo vital y una integración entre la fe, la cultura y la vida, y en su acción docente ilumina el saber humano con los datos de la fe, sin por eso desviarlos de sus propios objetivos escolares.
La plena coherencia entre la fe y el conjunto de saberes, valores, actitudes y comportamientos desembocará en la síntesis personal entre la fe y la vida de los creyentes.
EDUCAMOS CON Y PARA LA COMUNICACIÓN SOCIAL
A pesar de las múltiples diferencias culturales, nuestro mundo se ha convertido, cada día más, en un «aldea global», sobre todo a causa de los Medios de Comunicación Social y de las facilidades del transporte. Tendencias culturales, modas y formas de vida se difunden simultáneamente por todas partes.
Lenguajes nuevos van creando culturas diferentes, a veces desconocidas por los adultos, en las que los jóvenes se mueven con naturalidad.
Estos lenguajes difunden modelos de vida, producen informaciones continuas sobre el mundo y sus problemas y se convierten en «Escuelas Paralelas» de información de masas.
Educar en, para y con la comunicación es el modo de continuar una experiencia salesiana que, desde sus primeros tiempos, encuentra en Don Bosco al educador que «quiere estar a la vanguardia del progreso» en las metodologías educativas de su tiempo.
PROYECTAMOS LA EDUCACIÓN MÁS ALLÁ DEL AULA Y DEL HORARIO ESCOLAR
Nuestra opción por la formación integral implica una concepción de institución educativa que va más allá de los límites del horario escolar, y ayuda a los estudiantes a abrirse a un mundo de dimensiones cada vez más amplias.
Esta concepción de Escuela incluye unos criterios educativos reflejados en una amplia gama de servicios y actividades que, en función de los intereses y capacidades de los miembros de la Comunidad Educativa, convierten la Institución Educativa en un «servicio a tiempo pleno».
EVALUAMOS LA CALIDAD DE NUESTRA ACCIÓN EDUCATIVA
Las exigencias de niveles de calidad permanente en el servicio educativo de nuestra institución exigen la aplicación de sistemas de evaluación periódica para verificar la adecuación de nuestra oferta educativa
A las necesidades formativas de los estudiantes,
A las elecciones efectuadas por sus familias
A las expectativas de la sociedad donde radica nuestro Centro.
Se trata, por tanto, de revisar constantemente nuestro Proyecto de Centro, como instrumento que garantiza la calidad de la propuesta educativa y la renovación continua de la Institución.
La participación de todos los miembros de la Comunidad Educativa en la labor de evaluación, mediante los cauces establecidos y la fidelidad a las decisiones adoptadas, garantizando el crecimiento permanente en los niveles de calidad del servicio educativo que presta nuestra Institución.